Decenas de personas, incluyendo un considerable número de niños, se acercó al estacionamiento Rosendo Matienzo Cintrón para presenciar la celebración de la primera Copa Alcalde de Paso Fino en Cataño, y pudieron, no solo presenciar la elegante y vistosa competición, sino además acariciar sus caballos y yeguas favoritos y fotografiarse con ellos.
Fue además una oportunidad para conocer un poco más de cerca como se califica este deporte, puesto que los jueces de la competencia se tomaron el tiempo para explicar con calma los detalles de lo que observaban para calificar a cada caballo y su jinete o amazona.
De acuerdo con las explicaciones ofrecidas antes de la competencia para potrancas de 24 a 30 meses de edad, una categoría para potrancas que están en proceso de arreglo y necesitan adquirir experiencia de competencia, los jueces se fijan en la atención que ponen los animales, en su energía y en que no perdieran el paso.
En cada evento, los caballos o yeguas de la categoría eran presentados mencionando su linaje. Luego los jueces revisaban su dentadura (algo que se hace para corroborar su edad), y posteriormente trotaban según el orden de competencia alrededor del corral, hacían el ocho en torno a dos barriles y entonces trotaban sobre la tabla de resonancia.
El público observaba con atención a los bellos caballos exhibiendo su peculiar trote, guiados por jinetes y amazonas vestidos siempre de blanco y negro según la regla.
Pero entre competencias, había espacio para ir al estacionamiento y acercarse a los vagones y acariciar a los caballos.
“¿Podemos tirarnos una foto con ella?”, preguntaron tres niñas a Magdalis González, dueña de Fortuna de la Escondida, una yegua de 11 años.
Tras recibir algunas instrucciones, pudieron tomarse varias fotos al lado de la mansa yegua blanca, mientras le acariciaban la crin cuidadosamente peinada. Una de las niñas estaba tan entusiasmada que hasta quería montarla, aunque eso no fue posible por razones de seguridad.
Domingo Nieves, entrenador de Fortuna, explicó que, por su raza, estos caballos ya tienen la propensión a mostrar su distintivo trote. No obstante, hay que entrenarlos y ejercitarlos para darles condición física y organizarles el paso.
En cuanto a su cuidado para que puedan lucir tan hermoso como se les pudo ver en la tarde sabatina en el malecón de Cataño, Nieves aclaró que además de buen trato y cariño, se les da “buena alimentación, heno, agua y algunos suplementos y vitaminas”.
Fuente: www.elnuevodia.com
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